Chicago day 4 - 5

Estamos de vuelta chicos, han sido un par de días moviditos en el sentido de logística y organización, ya que entre ir a buscar el coche, desplazamientos, devolverlo, el jaleo de los hoteles y todo el rato de aquí para allá. El día 4 comenzó con bastante lluvia y viento, tuvimos que dejar el primer hotel e ir a buscar el coche de alquiler al otro extremo del downtown, por el camino sacamos la foto de esa fachada plegada, muy interesante. Entre pillar autobuses, mojarnos y pasar frío, conseguimos llegar tranquilamente y recoger nuestro toyota corolla que estaba bastante decente y nos acompañaría estos dos días. No podemos seguir sin dar gracias al inventor del GPS, dios mio, que hubiéramos hecho sin este aparatito, es increíble, no hemos tenido casi problemas para llegar a ninguna parte. Conducir este coche automático es bastante sencillo, fuimos por autopistas durante un par de horas, tanto a la ida como a la vuelta no paró de llover y la niebla nos hacía ir bastante tranquilos, a veces no se veía nada de nada. Llegamos a Wingspread bajo la lluvia, entrar con el coche por el camino privado hasta aparcar al lado fue toda una experiencia. Allí una amable señora nos inició en la visita a la vivienda, aparte, eramos los únicos visitantes del día, así que fue todo un gustazo pasear a solas por los interiores. La gran pena es no haber podido recorrer a pie el exterior y sacar unas buenas fotos. Pero de igual manera, disfrutar del interior mientras afuera llovía a cantaros fue bastante interesante, no vimos goteras en principio y el estado de conservación de muchos de los muebles y de todo en general es bastante bueno. De allí salimos rumbo al Johnson Wax Building, aunque ya nos advirtió que solamente había tours de visita los viernes, así que no pudimos entrar y con toda la lluvia y el viento, desde el coche no pudimos sacar ninguna buena foto, aunque tenemos algunos vídeos. A la vuelta fuimos directos al segundo hotel, que creíamos que no estaría mal del todo a pesar de estar en un suburbio, ya que estaba al lado de una parada de línea de metro, pero resultó ser un fiasco, así que sólo pagamos una noche ya que era muy tarde para reorganizar todo. Como el sitio no nos gustaba y teníamos el coche, esa noche nos fuimos a cenar a un McDonald's un tanto especial al que Fran nos mostró y en el que cenamos sentados en sillas Barcelona de Mies, mirad la foto.

Comienza un nuevo día y no nos falta tiempo para dejar el hotel, damos una vuelta por el barrio para curiosear un poco y rápidamente ponemos rumbo hacía la Fansworth, de camino decidimos ir por carreteras secundarias en vez de autopistas para ver esos pueblos típicamente americanos. Fue una buena elección porque el paisaje durante todo el trayecto mereció la pena. Llegamos a destino, impresionante. El entorno era de pleno invierno con el río ligeramente crecido, no se puede explicar con palabras ni imagenes, hay que ir allí y verlo. Hicimos una pequeña amistad con una señora y su hija que junto a nosotros eran los únicos visitantes en aquel momento. Pudimos entrar en el interior y disfrutar sentados de las vistas al río, como cambia la vivienda con las cortinas abiertas o cerradas. El espacio es realmente increíble. Regresamos a la ciudad con la impresión de haber aprovechado bien el día, dejamos el coche y cenamos en el centro en un mejicano que Fran nos recomendó. El nuevo hotel está mejor y en breve estaremos otra vez en el downtown.

fachada interesante en Michigan Av.

Wingspread

ala Este

ala Sur

ala Norte

espacio central Wingspread

what the ....

fachada trasera del hotel Middway Inn

Farnsworth house

!!

de vuelta a chicago

cenando con vistas a Michigan Av.

Chipotle